Te quiero un montón
Por la noche, mamá prepara rápidamente dos lentejas y media para que Garbancito cene, y lo mete en la cama más rápidamente todavía.
-Mamá, ¿me lees un cuento?
Mamá le contesta:
-Hoy no puedo, que tengo mucho trabajo. Mañana te leo dos, ¿vale?-y se despide con un beso- Hasta mañana, Garbancito.
Cuando mamá ya va a salir del cuarto, Garbancito la llama:
-¡Mamá!
-¿Qué quieres hijo?
Garbancito responde:
-Que me digas que me quieres...
Entonces, mamá se da cuenta de que, por culpa de su trabajo, hoy no le ha hecho mucho caso a Garbancito, y le dice:
-Claro que te quiero, cariño. Te quiero un montón. Y como te quiero un montón, te lo voy a decir de un montón de formas diferentes.
-¿Te lo digo con la nariz tapada?
"¡ De quiero muzo, muzo!"
-¿Te lo digo con eco?
"¡Te quiero... ero... eroooo...mucho... ucho... uchooooooo!"
-¿Te lo digo como los toros?
"Muuu... Muuu... Muuua ¡Te quiero!"
-¿Te lo digo como los patos y los gallos?
"Cua... Cua.. Cua...¡Cuánto te quiquiriquiero!"
-¿Te lo digo bajito, como si fuera un secreto?
"Te quieeeero".
-¿Te lo digo muy alto, para que se entere todo el mundo?
"¡TE QUIEEEERO!"
-Y te lo digo como te lo digo siempre
¡ Con un abrazo muy, muy grande!
Garbancito y mamá se dan un abrazo muy, muy grande.
Luego Garbancito dice:
-¿ Sabes qué, mamá? Ya sé que me quieres, pero me gusta mucho que me lo digas.
Mamá acaricia a Garbancito:
-Buenas noches, hijo.
-Buenas noches, mamá.
Garbancito cierra los ojos y, poco a poco, se queda dormido.
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